Mi pueblo

Situación Geográfica

Viguera, foto panorámica

El municipio de Viguera se halla situado en la subcomarca de Camero Nuevo. Tiene una extensión de 56,1 kilómetros cuadrados y distan 22 kilómetros a Logroño. Su extenso término municipal integra, además, las aldeas de Panzares y Castañares de las Cuevas. Su altitud es de 689 metros sobre el nivel del mar.
Se organiza en torno al río Iregua, que penetra en el municipio a través del desfiladero de Panzares. Su margen derecha, donde se ubica la localidad, está dominada por un conjunto de altas cumbres calcáreas (Cerroyera (1.406 m), Peña Saida (1.378)) que enlazan con las terrazas y glacis del fondo del valle a través de los tormos conglomeráticos abruptos y escarpados. La margen izquierda está mucho más regularizada, alcanzando gran desarrollo los conos de deyección.

Historia
Procede su nombre de "Vecharia" y "Vicaria", que significa "El Vicariato" que denota, según Govantes, que en este pueblo vivió en algún tiempo el Vicario o teniente gobernador del País. Otros opinan que este nombre es de origen romano, ya que por esta localidad pasaba la importante calzada que iba desde Varea hasta Numancia (Soria). Aún se conserva un pequeño puente romano.
Su primera cita documental aparece en la crónica árabe "Abjar Machmua" que cuenta cómo Abderramán I recuperó La Rioja en el año 759 que había sido reconquistada por Alfonso I de Asturias el año 755. Los cronistas árabes dicen que el emir, después de tomar el castillo de Viguera, atravesó toda La Rioja y penetró en Alava.
Viguera fue una de las fortificaciones que tuvieron los Banu-Qasi para defender de las acometidas cristianas los siete valles de los ríos riojanos que afluyen al Ebro, sistema que incluía los castillos de Castro Bilibio, Sajazarra, Leiva, Grañón, Nájera, Clavijo, Viguera, Arnedo, Cervera, Cornago y, más tarde, Albelda.
En la segunda mitad del siglo IX, uno de los hijos de Muza, Lubb, reconstruyó la fortaleza de Viguera. Lubb tuvo una muerte trágica que le sobrevino mientras cazaba ciervos, al enganchársele un brazo en las ramas de un árbol que se lo descuajó por el hombro. Fue enterrado en Viguera (Al Udrí).
En el 918, Ordoño II de León y Sancho Garcés I de Navarra unieron sus fuerzas para atacar las propiedades riojanas de los Banu-Qasi. Tras una campaña fulgurante, el rey navarro fortificó los castillos de Arnedo y Viguera. Pero el control cristiano fue efímero pues en julio del 920, Abderramán III entraba de nuevo en el castillo, haciéndolo destruir. Tres años después, reconquistaba la villa el rey navarro Sancho Garcés I.

Viguera, un reino
El monarca navarro García Sánchez I (925-970) creó para su hijo Ramiro Garcés el reducido reino de Viguera, que ocupaba los valles del Leza y del Iregua hasta Ajamil y Almarza de Cameros. Ramiro Garcés reinó durante los años 970-981. Fue un rey activo y comprometido en el engrandecimiento y expansión de su reino. Su vida finalizó en duro combate sostenido contra Almanzor junto a la aldea y castillo de Torrevicente, en tierras sorianas, entre Atienza y Gormaz en julio del año 981.

Códice Vigiliano Códice Emilianense

Las imágenes corresponden al rey Ramiro de Viguera. Ambas se encuentran en la Real Biblioteca del monasterio del Escorial. La de la izquierda pertenece al Códice "Vigilano", la de la derecha al Códice "Emilianense".

El segundo rey de Viguera fue Sancho Ramírez, primer hijo de Ramiro Garcés que murió muy pronto, hacia el año 997, por lo que tendría unos 24 años de edad.
El título de rey pasó a su hermano García Ramírez que fue el tercer rey de Viguera (997-1030).
Así pues, el reino de Viguera duró unos 60 años.
También gobernó el pequeño reino el primogénito de Sancho el Mayor, Ramiro, en el año 1035 a la muerte de su padre. Pero este Ramiro no se tituló rey, sino hijo del rey Sancho.
Durante los reinados de García IV y de Sancho el de Peñalén, el castillo de Viguera constituyó una de las plazas más importantes en la línea defensiva frente a Castilla. Como era costumbre, en cada castillo había un tenente o responsable de la fortaleza, de nombramiento real que custodiaba la demarcación. El primer tenente fue Fortún Ochóiz, nombrado por García IV el de Nájera.
Desde entonces las fértiles tierras de La Rioja fueron causa de continuas luchas entre los reinos de Castilla y Navarra. Entre las propiedades disputadas por Alfonso VIII de Castillla y Sancho el Sabio de Navarra se incluía Viguera, los cuales acordaron resolver sus diferencias territoriales al arbitraje de Enrique II de Inglaterra en marzo de 1177, que decidió su permanencia en poder del rey castellano.

En 1369 el rey castellano Enrique de Trastamara cedió Viguera al caballero navarro Juan Ramírez de Arellano, en agradecimiento por su apoyo en la lucha contra su hermanastro Pedro I el Cruel. Pasó así la villa a formar parte del señorío de Cameros y a sus descendientes los condes de Aguillar e Inestrillas.

Fiestas y tradiciones

Las fiestas patronales de la localidad se celebran el 25 de abril en honor de San Marcos.
El Domingo de Resurrección, procesión del Encuentro de María y Jesús, cambiándose la ropa a las imágenes por otra más festiva y engalanándolas con frutos.
Fiestas patronales en honor de Santiago y Santa Ana, los días 25 y 26 de julio respectivamente.
El día 6 de agosto, festividad del Ecce Homo, y día de "frutos Cogidos, como fin del ciclo agrícola, que hasta hace poco se celebraba el día de San Miguel, 29 de septiembre.
Castañares de las Cuevas celebra la festividad de la Asunción, el 15 de agosto.
Panzares festeja a Santa Lucía el 13 de diciembre.

Tradiciones y leyendas


El Judas

Aún hoy se conserva la tradición de quemar un "judas" el día de la Pascua de Resurrección. La figura de Judas como el apóstol que traicionó a Jesús era contemplada con odio por los cristianos por ser el culpable directo de la entrega a la autoridades judías que le juzgó y condenó. Desde muy antiguo, cuando se quería insultar a alguien, se le llamaba "judas" y "judío".  El insulto de "judío" ha ido desapareciendo, aunque hasta hace pocos años estaba arraigado en algunos pueblos de España. Sin embargo la palabra "judas" aún se sigue utilizando cuando se quiere señalar que alguien nos ha traicionado. Es sabido que las mayores pullas y denuestos contra los habitantes de una población suelen provenir de los pueblos vecinos. Así. había un dicho referente a Viguera que rezaba: "De Viguera era Judas el traidor". Pero como contra todo dicho hay una réplica, los viguerenses contestaban con mejor ingenio: "Pero lo bajaron a Logroño y lo hicieron corregidor".
 
Bandeo del pendón
El día 25 de abril se celebra en Viguera la fiesta de San Marcos. El acto central es la romería que concentra en la ermita del santo a numerosos vecinos y visitantes. La ermita de San Marcos se encuentra a las afueras del pueblo y a ella se accede a través de una senda de caballerías que bordea el monte. Tras la celebración de una misa de campaña, se bendicen los campos y también el pan y el vino "de caridad" que se repartirá entre los allí congregados. Tanto en la ermita como después en la plaza del pueblo tras el regreso, un miembro de la familia de los Portugos, privilegio que ostentan de generaciones atrás, ondean el pendón entre los vivas y aplausos de los vecinos. El ondeo consiste en girar con el pendón, un pendón grande, de color granate con una borla dorada, apoyado en la cintura y a ras de suelo, mientras va echando unos brindis graciosos.

El Chulo

En las fiestas de Viguera ha quedado la tradición de que al final del baile, y para terminar, los músicos deben tocar un baile denominado “El Chulo”. La primera vez que la orquesta acude al pueblo, ésta debe aprenderse la partitura para poder interpretarla. Cogidos del brazo, la gente forma un gran corro alrededor de la fuente que adorna la plaza. Al son de la música de “El Chulo”  comienzan a dar vueltas, primero en un sentido y luego en otro, girando incansablemente. “El Chulo” debe tocarse al final de cada actuación musical, ya sea de mañana, de tarde o de madrugada cuando se acaba la función.

Monumentos

Iglesia parroquial de la Asunción. Fue construida en el siglo XVI en mampostería y sillarejo. Consta de una sola nave y tiene una torre rematada en chapitel octogonal, de ladrillo.

Ermita de Nuestra Señora del Rosario, situada a corta distancia del pueblo, parece producto de una reforma del siglo XVIII sobre una ermita anterior al XVI. La nave se divide en tres tramos de diferentes proporciones cubiertos con bóvedas de lunetos sobre arcos apuntados que se apoyan en pilastras. La cabecera cuadrangular se cubre con una cúpula sin tambor sobre pechinas con gran óculo en la clave. A los pies, pórtico que cobija la puerta de ingreso con arco rebajado. En febrero de 1996 se procedió a su reparación por parte de los vecinos. Los trabajos voluntarios y los donativos particulares hicieron posible la reconstrucción de la ermita.

Ermita de San Marcos, construida en un barranco, en el término de Santa Cruz, es centro de una populosa romería.

Ermita de San Esteban

Ermita de Santa Lucía, en Panzares, reedificada en 1968 sobre obra del siglo XVI. Nave de mampostería.

Iglesia parroquial de la Asunción, de Castañares de las Cuevas. Construcción del siglo XVI, en mampostería y sillarejo. Nave de dos tramos y cabecera rectangular.
Puente medieval (1), situado una vez pasado el túnel viniendo de Logroño cerca del cruce con Viguera. Su construcción data del siglo XI, aunque fue reedificado por el emperador Carlos I en el siglo XVI, como lo acredita un documento que existe en el archivo de la localidad de Navarrete. Tiene tres arcos, dos de medio punto y el central apuntado, y está elaborado con piedra de toba, sillería, sillarejo y mampostería. Este puente está catalogado como monumento del patrimonio histórico artístico.     

Puente medieval
Puente medieval (2), situado después de pasar Islallana, antes de llegar al túnel. Este puente servía de mojón divisorio de las jurisdicciones de Viguera, Nalda y Sorzano para tratar sobre asuntos pertenecientes a la comunidad de pastos. Consta de dos ojos.
La construcción de ambos puentes se atribuye a los moros.
Puente medievalPuente medieval

Economía
El censo de población de la corona de Castilla del siglo XVI aparece Viguera con 250 vecinos, alrededor de 1.250 habitantes. En el "Diccionario Geográfico" de 1830 aparece con 263 vecinos, unas 1.316 almas y en el censo para la formación de la provincia de Logroño de 1840 con 280 vecinos, 1.320 almas.
La población ha disminuido notablemente a lo largo del presente siglo. La causa de este continuado descenso poblacional se debe a la débil estructura económica que ha reducido a una tercera parte la existente en 1900, como se refleja en la evolución demográfica del municipio:     

1900 .............................. 1.327 habitantes
1930 ................................. 946 habitantes
1960 ................................. 660 habitantes
1970 ................................. 480 habitantes
1981 ................................. 432 habitantes
1999 ................................. 380 habitantes
2001 ................................ 385 habitantes

 
La población activa está dedicada en su mayoría a las actividades de la industria en torno a la extracción fabricación de yesos, escayolas y derivados. Existen dos fábricas de escayola.

La agricultura ocupa escasa superficie. Las tierras cultivadas (3,7% del total) lo son de regadío y están ocupadas por los frutales patata leguminosas y los productos hortícolas para el propio abastecimiento de los habitantes de Viguera.

La ganadería también se encuentra en retroceso, con una cabaña de escasas cabezas, residuo de una importante ganadería que en 1920 podía rondar las 17.000 cabezas. Existe ganado lanar y vacuno. A la carne de este último acaban de concederles denominación de origen. También existe alguna granja avícola y una industria de embutidos de alta calidad. Los chorizos de la Sra. Julia tienen presencia en los mercados nacionales e internacionales.
El sector terciario está representado por algunos comercios que abastecen las necesidades más elementales del municipio (comestibles, bebidas...), una Caja de Ahorros y tres bares.
No obstante, la magnífica comunicación viaria con Logroño (Nacional 111) permite un fácil acceso a la capital, que permite subsanar el déficit de servicios más especializados.

Ruta turística

El municipio de Viguera se enmarca en un bello paisaje natural dominado por un conjunto de altas cumbres calcáreas, vigías impresionantes que guardan la "puerta" que da acceso a los Cameros Nuevos.

Te invitamos a descubrir sus bellezas naturales y los pocos retazos que aún quedan de historia y de arte. Si estás dispuesto a andar, puedes atravesar e río Iregua, pasada Islallana, por el primer Puente Medieval, que nos lleva a un camino asfaltado entre huertas y casas de campo. El camino que conduce hasta Viguera forma parte de la antigua Calzada Romana que unía Varea y Numancia.
Cerca del Iregua pasamos protegidos por la peña y ascendemos suavemente hasta los restos de un pequeño Puente Romano, entre los cortantes de las rocas que dejan paso a un estrecho desfiladero. En lo más alto de la peña destaca lo que pudo ser una Torre Vigía. Allí está asentada la "Tinaja del Diablo" por donde, según cuentan, despeñaba a las ovejas.

Ante nosotros se abre un pequeño y desconocido valle de cuyas entrañas se saca el mineral de yeso que abastece a las dos fábricas de escayola ubicadas en el pueblo.Desde este valle, bordeando la ladera del monte, llegamos hasta la Ermita de San Marcos, situada en un barranco donde hubo una mina de hierro.
Escuela e Iglesia Parroquial de La Asunción Casa Blasonada de los Sáenz de Tejada

Salvando una empinada cuesta entramos en la plaza de Viguera donde se hayan La Iglesia parroquial de La Asunción (Siglo XVI), el Ayuntamiento, la Escuela y una hermosa casa (en venta) blasonada con un escudo de los Sáenz de Tejada, familia de Marichalar.

Si queremos hacer un descanso podemos tomar un aperitivo en cualquiera de los tres bares del pueblo situados en la misma plaza.


Ermita de San EstebanPuente MedievalSaliendo por la calle de la Plata llegamos hasta el mirador de Peñueco desde donde se contempla un asombroso y bellísimo paisaje, cambiante según la estación del año.

Frente a nosotros destaca majestuosamente la peña "El Castillo", así llamada por su similitud con la característica silueta de un castillo medieval, desde donde se defendía el paso hacia la meseta castellana.

Ermita de San Esteban
Frente a esta peña, en la otra parte del río, casi oculta en una oquedad, entre almendros y olivos se adivina, más que se contempla, la Ermita de San Esteban. Entre las peñas que la protegen se asienta una importante colonia de buitres leonados.


Si partimos de nuevo de la plaza del pueblo, podemos bajar atravesando el arco de entrada del mismo hasta llegar a la Ermita de Nuestra Señora del Rosario (siglo XVIII).

El camino continúa hasta llegar a otro hermoso y restaurado puente medieval que atraviesa el río Iregua y nos lleva directamente a la venta "La Paula". Carmen, su propietaria, guarda la llave de la ermita de San Esteban.

Si aún tienes fuerzas y te gusta el arte, subirás a la ermita de San Esteban, salvando un fuerte desnivel. Pero merece la pena contemplar esta pequeña joya del arte románico, del siglo X, cuyas paredes aún conservan restos de unos frescos románicos arcaizantes.

Si al final decides quedarte a descansar y pasar unos días en Viguera podrás hacerlo en la casa rural  "El Refugio".

Todo lo que yo te cuento no es nada comparado con lo que podrás contemplar y descubrir.